Ira, rencor, celo, odio, familias rotas, violencia y muerte—el mundo está roto. Pero no fue así siempre. Cuando Dios creó el universo y el mundo, Él miró lo que había hecho y dijo que “era bueno.” A través de Cristo, tenemos la esperanza de poder volver a los orígenes—de poder reiniciar todo. Acompáñanos durante esta serie en la cual volveremos al principio para ver cómo recuperar nuestro propósito.
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